¿Por qué viajar?
Viajar es mucho más que hacer turismo, es un ejercicio de aprendizaje constante que nos aleja de nuestra rutina, nos pone a prueba y permite conocernos mejor a nosotros mismos.
Los motivos para emprender un viaje son incalculables porque dependen de cada persona. Se viaja para romper con la rutina, para tomar distancia de lo cotidiano, para conocer y experimentar de primera mano nuevas culturas, para ver “ese” templo o monumento que tanto te ha hecho suspirar al admirarlo en fotos. También se viaja para conocer gente, para conocerse a uno mismo, para conocer los propios límites e incluso para desdibujarlos y trazarlos “un poquito más allá”. Se viaja por la adrenalina, por amor al viaje, por placer a lo desconocido y por miedo a lo desconocido. Se viaja simplemente porque sí…
No hay fronteras en tu imaginación ni en tus deseos y no debería haberlas en tu realidad. Porque “más adelante” puede -y suele ser- “nunca”. Porque el momento es ahora. Porque el mundo es más grande, bonito, generoso y solidario de lo que nos hacen creer. Porque las culturas que lo habitan son excepcionales, únicas y hay que conocerlas para entenderlas y entenderse mejor uno mismo.
Porque viajar es un ejercicio de tolerancia, paciencia, audacia y perspicacia.
Porque viajar te obsequia alas, te provee libertad, te aporta energía, te llena de ideas nuevas y fomenta la imaginación, diversifica la perspectiva con la que usualmente miras tu mundo y te abre nuevas puertas. Porque viajar es aprender y equivocarse -y viceversa.
Viajar te libera de ataduras: físicas, mentales, ideológicas, espirituales, religiosas, políticas y sociales. Porque te permite salir de tu zona de confort y ponerle cara al miedo que engendra el cambio. Viajar es transgredir la estructura política y social que nos agrupa y nos encadena a una rutina de 8am a 6pm, de lunes a viernes. Viajar es para muchos una necesidad, para otros una opción y para otros un gran deseo.
Viajar te enfrenta a la pluralidad y a la diversidad de nuestro planeta, con sus culturas y su naturaleza dramática y, durante el viaje, de repente, te das cuenta: estás vivo y eres feliz.
Porque viajar es vivir el “ahora” más que nunca. Viajar te da como única opción ser espontáneo y analizar las situaciones en las que te encuentras desde nuevas perspectivas.
Viajar solo conoce el tiempo verbal PRESENTE y se experimenta con los 5 sentidos.
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